Y nuestros rostros, mi vida, fugaces como fotos
De John Berger, un proyecto de David Horvitz

viernes, 11 de junio de 2010

#15

La esperanza de vida de una liebre por un lado, y de la tortuga por otro, ya está escrita en sus células. La duración probable de una vida es una dimensión de su estructura orgánica. No hay forma de comparar el tiempo de una liebre con el de una tortuga, a excepción de utilizar una abstracción que tampoco tiene nada que ver. El hombre ha introducido esta abstracción y ha organizado una carrera para descubrir cuál de las dos alcanzará primero la meta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario